Hemos visto que, en las últimas décadas, el mundo ha cambiado con mayor velocidad que nunca. En los ámbitos de la tecnología, y especialmente en las comunicaciones, la transformación ha sido rápida y profunda.
La economía mundial y la de los países han cambiado por influencia del neoliberalismo. El capital y el comercio se internacionalizan cada vez más, con una polarización entre minorías que acumulan grandes riquezas y una gran cantidad de pobres.
El empobrecimiento y el despilfarro de los recursos planetarios, en especial de las fuentes de energía, ha despertado movimientos sociales que reclaman un modelo alternativo al neoliberalismo y la vigencia de un nuevo orden económico internacional.
América Latina ha estado inmersa en ese mundo convulsionado y ha entrado al nuevo siglo con graves situaciones de inequidad y pobreza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario