domingo, 30 de abril de 2017
Un mundo en transformación
Hemos visto que, en las últimas décadas, el mundo ha cambiado con mayor velocidad que nunca. En los ámbitos de la tecnología, y especialmente en las comunicaciones, la transformación ha sido rápida y profunda.
La economía mundial y la de los países han cambiado por influencia del neoliberalismo. El capital y el comercio se internacionalizan cada vez más, con una polarización entre minorías que acumulan grandes riquezas y una gran cantidad de pobres.
El empobrecimiento y el despilfarro de los recursos planetarios, en especial de las fuentes de energía, ha despertado movimientos sociales que reclaman un modelo alternativo al neoliberalismo y la vigencia de un nuevo orden económico internacional.
América Latina ha estado inmersa en ese mundo convulsionado y ha entrado al nuevo siglo con graves situaciones de inequidad y pobreza.
La economía mundial y la de los países han cambiado por influencia del neoliberalismo. El capital y el comercio se internacionalizan cada vez más, con una polarización entre minorías que acumulan grandes riquezas y una gran cantidad de pobres.
El empobrecimiento y el despilfarro de los recursos planetarios, en especial de las fuentes de energía, ha despertado movimientos sociales que reclaman un modelo alternativo al neoliberalismo y la vigencia de un nuevo orden económico internacional.
América Latina ha estado inmersa en ese mundo convulsionado y ha entrado al nuevo siglo con graves situaciones de inequidad y pobreza.
El desarrollo de América Latina
En el siglo XX, en América Latina se han aplicado tres modelos de desarrollo distintos, aunque a veces superpuestos. El primero, basado en la exportación de materias primas y productos agrícolas a cambio de artículos manufacturados y conocimientos técnicos de las regiones más avanzadas. El segundo fue la industrialización por sustitución de importaciones, como lo sugería la CEPAL. El tercero, dominante a fines del siglo, planteó una estrate3gia de desarrollo hacia fuera que debilitó la intervención estatal en la economía, a diferencia de lo que hicieron los países asiáticos de reciente industrialización.
Ninguno de los tres modelos salvo en algunas regiones de Brazil y México, logró el objetivo que decía perseguir el desarrollo económico y la industrialización. Las cifras nos dicen que, aunque en algunos aspectos hemos avanzado, en otros seguimos estancados y ciertos problemas se han agudizado.
En los años noventa, América Latina se incorporó con grandes desventajas a la economía global. Pero gran parte de la población latinoamericana sigue excluida de los sectores dinámicos.
Ninguno de los tres modelos salvo en algunas regiones de Brazil y México, logró el objetivo que decía perseguir el desarrollo económico y la industrialización. Las cifras nos dicen que, aunque en algunos aspectos hemos avanzado, en otros seguimos estancados y ciertos problemas se han agudizado.
En los años noventa, América Latina se incorporó con grandes desventajas a la economía global. Pero gran parte de la población latinoamericana sigue excluida de los sectores dinámicos.
Los cambios políticos
En las décadas finales del siglo xx, América Latina transitó de las dictaduras militares a regímenes constitucionales, que se sucedieron con cierta regularidad. Se ha logrado que funcionen las instrucciones de representación. Con ello, se robusteció la tendencia democrática. En la mayoría de los países donde había guerra civil, se formó la paz. Aunque todavía quedan muchos casos por juzgar y se siguen cometiendo atropellos, se consiguieron avances en los derechos humanos.
Los golpes de Estado reciben rechazo masivo, aunque la Organización de Estados Americanos (OEA), no ha logrado establecer un mecanismo seguro de preservación de la democracia. La herenci8a del neoliberalismo y de la recesión económica, los efectos sociales de las políticas de ajuste y el peso de la deuda externa se mantienen. Es compleja la tarea de encontrar un esquema económico alternativo.
Los golpes de Estado reciben rechazo masivo, aunque la Organización de Estados Americanos (OEA), no ha logrado establecer un mecanismo seguro de preservación de la democracia. La herenci8a del neoliberalismo y de la recesión económica, los efectos sociales de las políticas de ajuste y el peso de la deuda externa se mantienen. Es compleja la tarea de encontrar un esquema económico alternativo.
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